Los padres... siempre, siempre, siempre son los modelos a seguir. Por ese motivo es relevante preguntarse: qué modelo soy para mis hijos? En cada situación, en cada decisión, en cada reacción... Ellos están ahí "espiando", aprendiendo de nosotros!!
Como individuos debemos tratar de comprender si nuestra reacción es la apropiada (como diría sócrates: en su justa medida). Sentir rabia o frustración es natural hasta cierto punto, más allá de ese punto podemos convertirnos esclavos de ella, y ese si es un verdadero problema.
La "tolerancia a la frustración" es un tema muy importante. Todos, en algún momento, sentimos frustración. Qué hacer con ella es la que determina cómo nos irá de ahí en adelante.
La diferencia entre un peón y un ser humano es que éste posee consciencia (o por lo menos debería poseerla) de sí mismo para revolverse contra quienes los engañan y manipulan!! Es urgente (y deseable) una rebelión de peones conscientes!!
Decir que la sociedad la formamos todos es una verdad a medias, al menos, si se pretende creer que todos la formamos al mismo nivel. La realidad es que todos formamos la sociedad como los peones y las piezas forman el ajedrez, todos formamos parte del juego pero no todos desempeñamos la misma función ni tenemos la misma relevancia!!
Por eso debemos tratar de eliminar nuestra ignorancia: creciendo, estudiando, meditando, amando... Cuanto más crezcamos más felices; más en paz estaremos!!
La ignorancia es la raiz de todo el sufrimiento: los más ignorantes son los que más sufren... Porque no tengo esto o aquello (cosas o relaciones), etc...
Y cualquier cosa que hacemos para mejorar como personas redunda en nuestro rol de padres: cuanto mejores personas mejores padres seremos. Pero para eso hace falta una fuerte determinación: querer mejorar continuamente... Y ese es un ejemplo espectacular para ellos!!
CARPE DIEM EDUCACIÓN
lunes, 11 de noviembre de 2013
viernes, 18 de enero de 2013
¿Quién eres?
Aquel día Sinclair se levantó como siempre a las 7 de la mañana. Como todos los días, arrastró sus pantuflas
hasta el baño y después de ducharse se afeitó y se perfumó. Se vistió con ropa bastante a la moda, como erasu costumbre y bajó a la entrada a buscar su correspondencia. Allí se encontró con la primera sorpresa del día:
¡No había cartas!
Durante los últimos años su correspondencia había ido en aumento y era una parte importante de su contacto con el mundo. Un poco malhumorado por la noticia de la ausencia de noticias, apuró su habitual desayuno de leche y cereal (como recomendaban los médicos), y salió a la calle.
Todo estaba como siempre: los mismos vehículos de siempre transitaban las mismas calles y producían los
mismos sonidos en la ciudad, que se quejaba igual que todos los días. Al cruzar la plaza casi tropezó con el
profesor Exer, un viejo conocido con quien solía charlar largas horas sobre inútiles planteos metafísicos. Lo
saludó con un gesto, pero el profesor pareció no reconocerlo; lo llamó por su nombre pero ya se había alejado y Sinclair pensó que no había alcanzado a escucharlo.
El día había empezado mal y parecía que empeoraba con las posibilidades de aburrimiento que flotaban en su ánimo.
Decidió volver a casa, a la lectura y la investigación, para esperar las cartas que con seguridad llegarían
aumentadas para compensar las no recibidas antes. Esa noche, el hombre no durmió bien y se despertó muy temprano. Bajó y mientras desayunaba comenzó a espiar por la ventana para esperar la llegada del cartero. Por fin lo vio doblar la esquina, su corazón dio un salto. Sin embargo el cartero pasó frente a su casa sin detenerse. Sinclair salió y llamó al cartero para confirmar que no había cartas para él. El empleado le aseguró que nada había en su bolso para ese domicilio y le confirmó que no había ninguna huelga de correos, ni problemas en la distribución de cartas de la ciudad.
Lejos de tranquilizarlo, esto lo preocupó más todavía.
Algo estaba pasando y él debía averiguarlo. Buscó una chaqueta y se dirigió a casa de su amigo Mario.
Apenas llegó, se hizo anunciar por el mayordomo y esperó en la sala de estar a su amigo, que no tardó en
aparecer. El hombre avanzó al encuentro del dueño de casa con los brazos extendidos, pero este se limitó a
preguntar:
—Perdón señor, ¿nos conocemos?
El hombre creyó que era una broma y rió forzadamente presionando al otro a servirle una copa. El resultado
fue terrible: el dueño de casa llamó al mayordomo y le ordenó echar a la calle al extraño, que ante tal situación se descontroló y comenzó a gritar y a insultar, como avalando la violencia del fornido empleado que lo empujó a la calle....Camino a su casa, se cruzó con otros vecinos que lo ignoraron o actuaron con él como si fuera un extraño.
Una idea se había apoderado del hombre: había una confabulación en su contra, y él había cometido una
extraña falta hacia aquella sociedad, dado que ahora lo rechazaba tanto como algunas horas antes lo valoraba.
No obstante, por más que pensaba, no podía recordar ningún hecho que pudiera haber sido tomado como
ofensa y menos aun, alguno que involucrara a toda una ciudad.
Durante dos días más, se quedó en su casa esperando correspondencia que no llegó o la visita de alguno de
sus amigos que, extrañado por su ausencia, tocara su puerta para saber de él; pero no hubo caso, nadie se
acercó a su casa. La señora de la limpieza faltó sin aviso y el teléfono dejó de funcionar.
Entonado por una copita de más, la quinta noche Sinclair se decidió a ir al bar donde se reunía siempre con
sus amigos, para comentar las pavadas cotidianas. Apenas entró, los vio como siempre en la mesa del rincón
que solían elegir. El gordo Hans contaba el mismo viejo chiste de siempre y todos lo festejaban como era
costumbre. El hombre acercó una silla y se sentó. De inmediato se hizo un lapidario silencio, que marcaba la
indeseabilidad del recién llegado. Sinclair no aguantó más:
—¿Se puede saber qué les pasa a todos conmigo? Si hice algo que les molestó, díganmelo y se terminó, pero no me hagan esto que me vuelve loco...
Los otros se miraron entre sí entre divertidos y fastidiados. Uno de ellos hizo girar su índice sobre su sien,
diagnosticando al recién llegado. El hombre volvió a pedir una explicación, luego rogó por ella y por último,
cayó al suelo implorando que le explicaran por qué le hacían eso a él.
Sólo uno de ellos quiso dirigirle la palabra:
—Señor: ninguno de nosotros lo conoce, así que nada nos hizo. De hecho, ni siquiera sabemos quién es
usted...
Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos y salió del local, arrastrando su humanidad hasta su casa.
Parecía que cada uno de sus pies pesaba una tonelada.
Ya en su cuarto, se tiró en la cama. Sin saber cómo ni por qué, había pasado a ser un desconocido, un
ausente. Ya no existía en las agendas de sus corresponsales ni en el recuerdo de sus conocidos y menos aún
en el afecto de sus amigos. Como un martilleo aparecía un pensamiento en su mente, la pregunta que otros le
hacían y que él mismo se empezaba a hacer: ¿Quién eres?
¿Sabía él realmente contestar esta pregunta? Él sabía su nombre, su domicilio, el talle de su camisa, su
número de documento y algunos otros datos que lo definían para los demás; pero fuera de eso: ¿Quién era,
verdadera, interna y profundamente? Aquellos gustos y actitudes, aquellas inclinaciones e ideas, ¿eran suyos
verdaderamente? ¿o eran como tantas otras cosas: un intento de no defraudar a otros que esperaban que él
fuera el que había sido? Algo empezaba a estar claro: el ser un desconocido lo liberaba de tener que ser de
una manera determinada. Fuera él como fuera, nada cambiaría en la respuesta de los demás. Por primera vez en muchos días, encontró algo que lo tranquilizó: esto lo colocaba en una situación tal, que podía actuar como se le ocurriera sin buscar ya la aprobación del mundo.
Respiró hondo y sintió el aire como si fuera nuevo, entrando en los pulmones. Se dio cuenta de la sangre que
fluía por su cuerpo, percibió el latido de su corazón y se sorprendió de que por primera vez NO TEMBLABA.
Ahora que por fin sabía que estaba solo, que siempre lo había estado, ahora que sabía que sólo se tenía a sí
mismo, ahora... podía reír o llorar... pero por él y no por otros.
Ahora, por fin, lo sabía: SU PROPIA EXISTENCIA NO DEPENDÍA DE OTROS
Había descubierto que le fue necesario estar solo para poder encontrarse consigo mismo...
Se durmió tranquila y profundamente y tuvo hermosos sueños....Despertó a las diez de la mañana,
descubriendo que un rayo de sol entraba a esa hora por la ventana e iluminaba su cuarto en forma maravillosa.
Sin bañarse, bajó las escaleras tarareando una canción que nunca había escuchado y encontró debajo de su
puerta una enorme cantidad de cartas dirigidas a él.
La señora de la limpieza estaba en la cocina y lo saludó como si nada hubiera sucedido.
Y por la noche en el bar, parecía que nadie había registrado aquella terrible noche de locura. Por lo menos,
nadie se dignó a hacer algún comentario al respecto.
Todo había vuelto a la normalidad...
Salvo él, por suerte, él, que nunca más tendría que rogarle a otro que lo mirara para poder saberse... él, que
nunca más tendría que pedirle al afuera que lo definiera... él, que nunca más sentiría miedo al rechazo...
Todo era igual, salvo que ese hombre nunca más se olvidaría de quién era.
jueves, 25 de octubre de 2012
estimulación positiva
Cuánta alegría cuando un alumno empieza a responder positivamente a los estímulos:
- se pondrá bien, doctor?
- hay que esperar,..., las próximas 24 horas son críticas!!!
Es un poco así!! Nosotros proporcionamos la "Estimulación" y son los alumnos los que responden según su gravedad y su verdadero interés por convertirse en una persona mejor. En la mayoría de los casos (por no decir todos) no están suficientemente estimulados en la dirección correcta o adecuada; esta es, comprender que la verdadera Felicidad pasa por desarrollar la capacidad de mejorar cada día, que la felicidad es proporcional al crecimiento personal!!
- se pondrá bien, doctor?
- hay que esperar,..., las próximas 24 horas son críticas!!!
Es un poco así!! Nosotros proporcionamos la "Estimulación" y son los alumnos los que responden según su gravedad y su verdadero interés por convertirse en una persona mejor. En la mayoría de los casos (por no decir todos) no están suficientemente estimulados en la dirección correcta o adecuada; esta es, comprender que la verdadera Felicidad pasa por desarrollar la capacidad de mejorar cada día, que la felicidad es proporcional al crecimiento personal!!
viernes, 5 de octubre de 2012
el espíritu de carpe diem educación
A tenor de algún que otro desacuerdo o desavenencia con algún padre nos urge aclarar de una vez la verdadera naturaleza de Carpe Diem Educación. Quizá resulte más fácil señalar lo que no es: no es un almacén de niños para que pasen las horas muertas, ni un local (garaje) destinado a hacinar niños para que hagan sus deberes...
Por supuesto que trabajamos contenidos académicos; prestamos auxilio en todas las asignaturas que nuestros "alumnos" precisan...
Para nosotros, tener un buen expediente académico es una prioridad, pero no nos quedamos ahí. Esto es sólo una parte del total y ni siquiera es la más importante.
Nuestro sistema educativo no es sistemático sino personalizado; partiendo de las peculiaridades y las necesidades de cada uno tratamos de guiarlos (en esto consiste verdaderamente Educar) a través de las dificultades para que cada uno pueda transformarse en la mejor persona que sea posible. Esto es, una persona con una autoestima positiva con voluntad de enfrentarse a los problemas de una manera constructiva; una persona reflexiva, empática,..., sensible a la belleza.
Una educación que permita, en suma, disfrutar de una existencia extraordinaria.
Por supuesto que trabajamos contenidos académicos; prestamos auxilio en todas las asignaturas que nuestros "alumnos" precisan...
Para nosotros, tener un buen expediente académico es una prioridad, pero no nos quedamos ahí. Esto es sólo una parte del total y ni siquiera es la más importante.
Nuestro sistema educativo no es sistemático sino personalizado; partiendo de las peculiaridades y las necesidades de cada uno tratamos de guiarlos (en esto consiste verdaderamente Educar) a través de las dificultades para que cada uno pueda transformarse en la mejor persona que sea posible. Esto es, una persona con una autoestima positiva con voluntad de enfrentarse a los problemas de una manera constructiva; una persona reflexiva, empática,..., sensible a la belleza.
Una educación que permita, en suma, disfrutar de una existencia extraordinaria.
miércoles, 20 de junio de 2012
Objetivos Carpe Diem Educación:
1) Aprender a dominar la mente; desarrollar el poder de concentración. Sin concentración ninguna tarea compleja puede ejecutarse satisfactoriamente. La mayoría de deseos, promesas, situaciones que llevan a la felicidad requieren poder realizar tareas complejas. Sin concentración no puede conseguirse nada.
2) Aprender a aprender/estudiar; conocer el sistema de estudio Carpe Diem Educación y llevarlo a la práctica satisfactoriamente. Como es natural estudiar requiere esfuerzo. Pero estudiar correctamente o incorrectamente es una cuestión de estrategia y de esfuerzo; sin esfuerzo no hay recompensa.
3) Aprobar todas las asignaturas; como es lógico aprobar todas las asignaturas es un requisito indispensable para seguir adelante en la consecución de nuestros sueños.
4) Aprender a expresarse correctamente de forma oral y escrita; una cantidad enorme de problemas pueden solucionarse a través de una expresión correcta. Somos seres sociales y necesitamos comunicarnos continuamente. Lo importante no es tener la tecnología necesaria para comunicarse sino saber qué comunicar y cómo hacerlo.
5) Aprender a pensar con precisión/claridad; en Carpe Diem enseñamos a pensar correctamente. Aunque pueda no parecerlo esto requiere aprendizaje y cierta práctica. A menudo se suele confiar en el pensamiento automático para solucionar problemas de cierta complejidad. Y es por culpa del fracaso del pensamiento automático por lo que nos sentimos muchas veces como perdidos en un laberinto sin salida.
2) Aprender a aprender/estudiar; conocer el sistema de estudio Carpe Diem Educación y llevarlo a la práctica satisfactoriamente. Como es natural estudiar requiere esfuerzo. Pero estudiar correctamente o incorrectamente es una cuestión de estrategia y de esfuerzo; sin esfuerzo no hay recompensa.
3) Aprobar todas las asignaturas; como es lógico aprobar todas las asignaturas es un requisito indispensable para seguir adelante en la consecución de nuestros sueños.
4) Aprender a expresarse correctamente de forma oral y escrita; una cantidad enorme de problemas pueden solucionarse a través de una expresión correcta. Somos seres sociales y necesitamos comunicarnos continuamente. Lo importante no es tener la tecnología necesaria para comunicarse sino saber qué comunicar y cómo hacerlo.
5) Aprender a pensar con precisión/claridad; en Carpe Diem enseñamos a pensar correctamente. Aunque pueda no parecerlo esto requiere aprendizaje y cierta práctica. A menudo se suele confiar en el pensamiento automático para solucionar problemas de cierta complejidad. Y es por culpa del fracaso del pensamiento automático por lo que nos sentimos muchas veces como perdidos en un laberinto sin salida.
claves para entender a un adolescente I
Movimiento hacia la independencia. Lucha con su sentido de identidad.
Se siente extraño o abochornado consigo mismo y con su cuerpo.
Se mira a sí mismo, alternando entre las altas expectativas y un pobre concepto sobre sí mismo.
Lo influencian los amigos en su modo de vestir y sus intereses.
Tiene un humor muy cambiante.
Mejora su habilidad en el uso del lenguaje y en su forma de expresarse.
Demuestra menos su afecto hacia los padres, e incluso ocasionalmente se pone grosero.
Se queja de que los padres interfieren en su independencia.
Tiene la tendencia a regresar a comportamientos típicamente infantiles, particularmente
cuando está bajo mucho estrés.
miércoles, 15 de febrero de 2012
lunes, 30 de enero de 2012
La importancia de la AUTOESTIMA:
El modo en que nos sentimos con respecto a nosotros mismos afecta virtualmente en forma decisiva todos los aspectos de nuestra experiencia, desde la manera en que funcionamos en el trabajo, el amor o el sexo, hasta nuestro proceder como padres y las posibilidades que tenemos de progresar en la vida. Nuestras respuestas ante los acontecimientos dependen de quién y qué pensamos que somos. Los dramas de nuestra vida son los reflejos de la visión íntima que poseemos de nosotros mismos. Por lo tanto, la autoestima es la clave del éxito o del fracaso.
sábado, 17 de diciembre de 2011
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